miércoles, 27 de noviembre de 2013

Francisco, un Papa diferente...







Habemus nuevo Papa desde el 13.III.2013. Se  llama Francisco Bergoglio, es Argentino y de momento está dando bastante que hablar. De hecho, todos los pontífices dan siempre mucho juego con cualquiera de sus manifestaciones, pero parece que este se presta más al juego mediático que sus predecesores. Tal vez sea una simple impresión mía.Vaya por delante que, aunque yo he sido educado bajo una cultura y religión cristiana, hace tiempo que he dejado de creer en ella. Sirva esto como "disclaimer".

Viene esto a cuento por que acaba de publicarse la Exhortación apostólica "Evangelii Gaudium" . En ella el Papa Francisco aboga por un retorno de la economía y de las finanzas a la ética y a favor del ser humano. El Santo Padre se muestra sensible con los excluidos de la sociedad, con los más pobres y lanza una critica al sistema financiero y capitalista en general. En el Capitulo Segundo: "En la Crisis del Compromiso Comunitario" repasa en los puntos 52 a 60 los desafíos económicos actuales a los que se enfrentan nuestras sociedades. Aquí los tenéis copiados literalmente del "Evangelii Gaudium". Resaltaré en negrita los fragmentos que me parecen más destacables bajo mi punto de vista.

CAPÍTULO SEGUNDO
EN LA CRISIS DEL COMPROMISO COMUNITARIO

50. Antes de hablar acerca de algunas cuestiones fundamentales relacionadas con la acción evangelizadora, conviene recordar brevemente cuál es el contexto en el cual nos toca vivir y actuar. Hoy suele hablarse de un «exceso de diagnóstico» que no siempre está acompañado de propuestas superadoras y realmente aplicables. Por otra parte, tampoco nos serviría una mirada puramente sociológica, que podría tener pretensiones de abarcar toda la realidad con su metodología de una manera supuestamente neutra y aséptica. Lo que quiero ofrecer va más bien en la línea de un discernimiento evangélico. Es la mirada del discípulo misionero, que se «alimenta a la luz y con la fuerza del Espíritu Santo».[53]

51. No es función del Papa ofrecer un análisis detallado y completo sobre la realidad contemporánea, pero aliento a todas las comunidades a una «siempre vigilante capacidad de estudiar los signos de los tiempos».[54] Se trata de una responsabilidad grave, ya que algunas realidades del presente, si no son bien resueltas, pueden desencadenar procesos de deshumanización difíciles de revertir más adelante. Es preciso esclarecer aquello que pueda ser un fruto del Reino y también aquello que atenta contra el proyecto de Dios. Esto implica no sólo reconocer e interpretar las mociones del buen espíritu y del malo, sino –y aquí radica lo decisivo– elegir las del buen espíritu y rechazar las del malo. Doy por supuestos los diversos análisis que ofrecieron otros documentos del Magisterio universal, así como los que han propuesto los episcopados regionales y nacionales. En esta Exhortación sólo pretendo detenerme brevemente, con una mirada pastoral, en algunos aspectos de la realidad que pueden detener o debilitar los dinamismos de renovación misionera de la Iglesia, sea porque afectan a la vida y a la dignidad del Pueblo de Dios, sea porque inciden también en los sujetos que participan de un modo más directo en las instituciones eclesiales y en tareas evangelizadoras.

I. Algunos desafíos del mundo actual

52. La humanidad vive en este momento un giro histórico, que podemos ver en los adelantos que se producen en diversos campos. Son de alabar los avances que contribuyen al bienestar de la gente, como, por ejemplo, en el ámbito de la salud, de la educación y de la comunicación. Sin embargo, no podemos olvidar que la mayoría de los hombres y mujeres de nuestro tiempo vive precariamente el día a día, con consecuencias funestas. Algunas patologías van en aumento. El miedo y la desesperación se apoderan del corazón de numerosas personas, incluso en los llamados países ricos. La alegría de vivir frecuentemente se apaga, la falta de respeto y la violencia crecen, la inequidad es cada vez más patente. Hay que luchar para vivir y, a menudo, para vivir con poca dignidad. Este cambio de época se ha generado por los enormes saltos cualitativos, cuantitativos, acelerados y acumulativos que se dan en el desarrollo científico, en las innovaciones tecnológicas y en sus veloces aplicaciones en distintos campos de la naturaleza y de la vida. Estamos en la era del conocimiento y la información, fuente de nuevas formas de un poder muchas veces anónimo.

No a una economía de la exclusión

53. Así como el mandamiento de «no matar» pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir «no a una economía de la exclusión y la inequidad». Esa economía mata. No puede ser que no sea noticia que muere de frío un anciano en situación de calle y que sí lo sea una caída de dos puntos en la bolsa. Eso es exclusión. No se puede tolerar más que se tire comida cuando hay gente que pasa hambre. Eso es inequidad. Hoy todo entra dentro del juego de la competitividad y de la ley del más fuerte, donde el poderoso se come al más débil. Como consecuencia de esta situación, grandes masas de la población se ven excluidas y marginadas: sin trabajo, sin horizontes, sin salida. Se considera al ser humano en sí mismo como un bien de consumo, que se puede usar y luego tirar. Hemos dado inicio a la cultura del «descarte» que, además, se promueve. Ya no se trata simplemente del fenómeno de la explotación y de la opresión, sino de algo nuevo: con la exclusión queda afectada en su misma raíz la pertenencia a la sociedad en la que se vive, pues ya no se está en ella abajo, en la periferia, o sin poder, sino que se está fuera. Los excluidos no son «explotados» sino desechos, «sobrantes».

54. En este contexto, algunos todavía defienden las teorías del «derrame», que suponen que todo crecimiento económico, favorecido por la libertad de mercado, logra provocar por sí mismo mayor equidad e inclusión social en el mundo. Esta opinión, que jamás ha sido confirmada por los hechos, expresa una confianza burda e ingenua en la bondad de quienes detentan el poder económico y en los mecanismos sacralizados del sistema económico imperante. Mientras tanto, los excluidos siguen esperando. Para poder sostener un estilo de vida que excluye a otros, o para poder entusiasmarse con ese ideal egoísta, se ha desarrollado una globalización de la indiferencia. Casi sin advertirlo, nos volvemos incapaces de compadecernos ante los clamores de los otros, ya no lloramos ante el drama de los demás ni nos interesa cuidarlos, como si todo fuera una responsabilidad ajena que no nos incumbe. La cultura del bienestar nos anestesia y perdemos la calma si el mercado ofrece algo que todavía no hemos comprado, mientras todas esas vidas truncadas por falta de posibilidades nos parecen un mero espectáculo que de ninguna manera nos altera.

No a la nueva idolatría del dinero

55. Una de las causas de esta situación se encuentra en la relación que hemos establecido con el dinero, ya que aceptamos pacíficamente su predominio sobre nosotros y nuestras sociedades. La crisis financiera que atravesamos nos hace olvidar que en su origen hay una profunda crisis antropológica: ¡la negación de la primacía del ser humano! Hemos creado nuevos ídolos. La adoración del antiguo becerro de oro (cf. Ex 32,1-35) ha encontrado una versión nueva y despiadada en el fetichismo del dinero y en la dictadura de la economía sin un rostro y sin un objetivo verdaderamente humano. La crisis mundial que afecta a las finanzas y a la economía pone de manifiesto sus desequilibrios y, sobre todo, la grave carencia de su orientación antropológica que reduce al ser humano a una sola de sus necesidades: el consumo.

56. Mientras las ganancias de unos pocos crecen exponencialmente, las de la mayoría se quedan cada vez más lejos del bienestar de esa minoría feliz. Este desequilibrio proviene de ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera. De ahí que nieguen el derecho de control de los Estados, encargados de velar por el bien común. Se instaura una nueva tiranía invisible, a veces virtual, que impone, de forma unilateral e implacable, sus leyes y sus reglas. Además, la deuda y sus intereses alejan a los países de las posibilidades viables de su economía y a los ciudadanos de su poder adquisitivo real. A todo ello se añade una corrupción ramificada y una evasión fiscal egoísta, que han asumido dimensiones mundiales. El afán de poder y de tener no conoce límites. En este sistema, que tiende a fagocitarlo todo en orden a acrecentar beneficios, cualquier cosa que sea frágil, como el medio ambiente, queda indefensa ante los intereses del mercado divinizado, convertidos en regla absoluta.

No a un dinero que gobierna en lugar de servir

57. Tras esta actitud se esconde el rechazo de la ética y el rechazo de Dios. La ética suele ser mirada con cierto desprecio burlón. Se considera contraproducente, demasiado humana, porque relativiza el dinero y el poder. Se la siente como una amenaza, pues condena la manipulación y la degradación de la persona. En definitiva, la ética lleva a un Dios que espera una respuesta comprometida que está fuera de las categorías del mercado. Para éstas, si son absolutizadas, Dios es incontrolable, inmanejable, incluso peligroso, por llamar al ser humano a su plena realización y a la independencia de cualquier tipo de esclavitud. La ética –una ética no ideologizada– permite crear un equilibrio y un orden social más humano. En este sentido, animo a los expertos financieros y a los gobernantes de los países a considerar las palabras de un sabio de la antigüedad: «No compartir con los pobres los propios bienes es robarles y quitarles la vida. No son nuestros los bienes que tenemos, sino suyos».[55]

58. Una reforma financiera que no ignore la ética requeriría un cambio de actitud enérgico por parte de los dirigentes políticos, a quienes exhorto a afrontar este reto con determinación y visión de futuro, sin ignorar, por supuesto, la especificidad de cada contexto. ¡El dinero debe servir y no gobernar! El Papa ama a todos, ricos y pobres, pero tiene la obligación, en nombre de Cristo, de recordar que los ricos deben ayudar a los pobres, respetarlos, promocionarlos. Os exhorto a la solidaridad desinteresada y a una vuelta de la economía y las finanzas a una ética en favor del ser humano.

No a la inequidad que genera violencia

59. Hoy en muchas partes se reclama mayor seguridad. Pero hasta que no se reviertan la exclusión y la inequidad dentro de una sociedad y entre los distintos pueblos será imposible erradicar la violencia. Se acusa de la violencia a los pobres y a los pueblos pobres pero, sin igualdad de oportunidades, las diversas formas de agresión y de guerra encontrarán un caldo de cultivo que tarde o temprano provocará su explosión. Cuando la sociedad –local, nacional o mundial– abandona en la periferia una parte de sí misma, no habrá programas políticos ni recursos policiales o de inteligencia que puedan asegurar indefinidamente la tranquilidad. Esto no sucede solamente porque la inequidad provoca la reacción violenta de los excluidos del sistema, sino porque el sistema social y económico es injusto en su raíz. Así como el bien tiende a comunicarse, el mal consentido, que es la injusticia, tiende a expandir su potencia dañina y a socavar silenciosamente las bases de cualquier sistema político y social por más sólido que parezca. Si cada acción tiene consecuencias, un mal enquistado en las estructuras de una sociedad tiene siempre un potencial de disolución y de muerte. Es el mal cristalizado en estructuras sociales injustas, a partir del cual no puede esperarse un futuro mejor. Estamos lejos del llamado «fin de la historia», ya que las condiciones de un desarrollo sostenible y en paz todavía no están adecuadamente planteadas y realizadas.

60. Los mecanismos de la economía actual promueven una exacerbación del consumo, pero resulta que el consumismo desenfrenado unido a la inequidad es doblemente dañino del tejido social. Así la inequidad genera tarde o temprano una violencia que las carreras armamentistas no resuelven ni resolverán jamás. Sólo sirven para pretender engañar a los que reclaman mayor seguridad, como si hoy no supiéramos que las armas y la represión violenta, más que aportar soluciones, crean nuevos y peores conflictos. Algunos simplemente se regodean culpando a los pobres y a los países pobres de sus propios males, con indebidas generalizaciones, y pretenden encontrar la solución en una «educación» que los tranquilice y los convierta en seres domesticados e inofensivos. Esto se vuelve todavía más irritante si los excluidos ven crecer ese cáncer social que es la corrupción profundamente arraigada en muchos países –en sus gobiernos, empresarios e instituciones– cualquiera que sea la ideología política de los gobernantes.


No es la primera vez que el Papa Francisco opina sobre temas económicos o sobre la actualidad. De hecho lo hace a menudo, o al menos más frecuentemente que lo hacían Ratzinger o Juan Pablo II. No sé si es bueno o malo, lleva poco en el cargo y tampoco sé si durará mucho (por un tema de edad más que nada) pero lo cierto es que a veces parece que quiera romper con mensajes más tradicionales de la Iglesia. En esta ocasión aprovecha para lanzar una dura critica al sistema financiero capitalista y a las desigualdades que genera. Es difícil saber si lo hace para "ganar publico" o adeptos en tiempos de crisis (también afecta a la Iglesia) o si realmente lo hace por que lo piensa de verdad y cree que es el mensaje que debe decir como máximo representante de la Iglesia Católica. Quiero pensar que es por la segunda opción...


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miércoles, 20 de noviembre de 2013

Progresa aducuadamente





Como en el colegio, así definiría yo el informe que ha hecho esta vez la OCDE sobre las economías de sus países miembros. Progresan adecuadamente como buenos alumnos, pero ojo! No os desviéis de las lineas marcadas por qué los riesgos siguen vivos y muy presentes para todos. En definitiva, el informe concluye que la economía mundial está en camino de crecimiento a una tasa del 3.6% para 2014 y 3.9% para 2015. Estas son las cifras de crecimiento del PIB mundial global, algo más bajas que las del ultimo informe del mes de Mayo por la degradación en las perspectivas de los países emergentes. Como todos sabemos estamos atravesando una de las peores crisis económicas (si no la peor) que se recuerdan y por eso estos organismos siempre se refieren a los riesgos que aun existen de forma recurrente. En esta ocasión hacen referencia a varios:

  1. la posibilidad de un nuevo conflicto en los EEUU sobre el techo de la deuda ( en enero '14 aprox) 
  2. la manera en la que se retiraran los estímulos de recompra de activos desde la Reserva Federal Americana y el impacto que podría causar al resto de economías.
  3. así mismo el fin de las políticas monetarias "no convencionales" puestas en marcha por el BCE o el BOJ
En lo que se refiere a España, pues más de lo mismo. Que va va en buena linea, pero que se puede hacer más. ¿Y hacer más que significa? Las recomendaciones se refieren a consolidaciones fiscales y al mercado laboral. En esto ultimo, la OCDE recomienda la introducción de medidas de activación y formación que permitan mejorar las capacidades de la población y mejorar su movilidad entre sectores. También apuesta por dar una mayor relevancia a los empresarios en el diseño de los planes formativos. Esto debería ser clave para intentar reducir una de las lacras existentes en el Reino de las Españas: el paro juvenil, uno de los más altos de Europa. Pues eso, que España va mejor (o bien según se mire) pero que podría ir algo mejor si se mejorasen además la condiciones de acceso al crédito que sigue con muy poca demanda. 


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miércoles, 13 de noviembre de 2013

España, país de contrastes





España está de moda, no lo dudo. Morgan Stanley sin ir más lejos ve "un interés enorme por parte de empresas industriales y fondos de inversión americanos" por invertir en España. El presidente del BBVA, Francisco Gonzalez, dice que el crecimiento para 2014 podría ser del 2% o incluso del 3% si el Gobierno hace más reformas como la laboral y completa la financiera. Yo pensaba que la reforma laboral ya la había hecho nada más entrar Rajoy al poder, pero parece que no fue suficiente. En cuanto a la financiera pues quedan como se suele decir "flecos" por cerrar: Catalunya Caixa y Nova Caixa Gálica básicamente, que siguen en manos del FROB. Desde el Gobierno llevan días llenándose la boca con cualquier dato minimamente positivo para decir aquello de que "España va bien" y que está saliendo de la crisis o de que ya no está en recesión. Bien, es cierto y hasta casi probable que se haya tocado fondo. Sin embargo aún hay en el "Reino de las Españas" temas muy preocupantes. Uno de ellos me viene a la cabeza al hilo de un informe publicado por el Instituto de Estudios Económicos. Y no es agradable, no. Según este estudio un 28.2% de la población española está en riesgo de pobreza o de exclusión social. En España este porcentaje ha pasado del 23 al 28.2% entre el 2007 y el 2012 mientras que en la UE ha aumentado solo del 24.4 al 25%. Son datos que a mi particularmente me han sorprendido relativamente a teniendo en cuenta la elevada tasa de paro y la fuerte correlación que deben tener estos datos.

En fin, que si, que España va bien por una parte (la financiera) pero por otra (la de la calle y el dia a dia) sigue yendo con mucha penuria y muchas dificultades para muchos millones de ciudadanos. Tarde o temprano esta mejoría que se está viendo en el lado financiero se reflejará en la economía productiva y esta deberá mejorar a su vez.


  • Datos de otros miembros de la UE: 


El Estado miembro con la tasa de pobreza más alta es Bulgaria, donde casi la mitad de la población está en riesgo, seguido de Rumanía, que tiene en esta situación al 41,7 por ciento de sus habitantes.  Los países europeos con menos población en riesgo de pobreza son Alemania, Eslovenia, Francia y Dinamarca con cifras en torno al 19%. En Luxemburgo y Suecia las cifras bajan al 18% y se sitúan alrededor del 17% en Finlandia y Austria. La República Checa y los Países Bajos logran que sólo un 15% de su población esté en riesgo de pobreza o exclusión social.


  • Nota de prensa IEE:

miércoles, 6 de noviembre de 2013

¿Como va la vida?







¿Como (te/me) va la vida? Es una simple pregunta que muchas veces hacemos cuando nos encontramos con alguien o simplemente nos la podemos hacer a nosotros mismos. Pues esta es la pregunta que se ha hecho la OCDE por segundo año en un estudio publicado ayer. Todo el mundo aspira a tener una buena vida. Pero, realmente ¿que significa una buena o una mejor vida? Para intentar dar una respuesta a esa difícil pregunta la OCDE tiene en cuenta once dimensiones diferentes: ingresos y riqueza, empleo, vivienda, salud, compaginación de vida laboral y privada, educación, relaciones sociales, actividad cívica y gobernanza institucional, calidad medioambiental, seguridad personal, y percepción subjetiva del bienestar.

Este estudio demuestra que la crisis económica, más allá de repercutir en el bienestar de las personas por su perdida de empleo y poder adquisitivo, también influye la satisfacción y confianza que muestran en los poderes públicos. El bienestar subjetivo en los países más afectados por la crisis se ha deteriorado entre 2007 y  2012.: 20% en Grecia; 12% en España; 10% en Italia.

Si vamos al detalle del caso español el mayor deterioro en el bienestar viene por la parte del empleo. Normal por otra parte. La tasa de empleo bajó más de 10% y el desempleo de larga duración se incrementó en el 9%. Un 25% de los españoles (según el informe) declaró que el ambiente en su lugar de trabajo era precario, algo por encima de la media. Ay! El paro esa lacra!

Otro dato que muestra el informe y no es precisamente nada esperanzador es la perdida de confianza en los poderes públicos. La confianza en las instituciones y en el funcionamiento de la democracia baja del 48 al 34% de 2007 a 2012. La crisis y la corruptela es lo que tiene...

Pero en fin, no todo es malo. Con la crisis hay más solidaridad, en general vía voluntariado, las diferencias entre hombres y mujeres se reducen poco a poco en todos los ámbitos (aunque siguen existiendo).

El informe es muy completo y da para mucho. Yo mientras tanto voy a intentar ser lo más feliz que pueda, y disfrutar de cada día. Como decía Andrés Montes: "la vida puede ser maravillosa, I love this game!"

Os adjunto el link del informe completo y del capitulo dedicado a España. Os adjunto también un vídeo-resumen de unos 3 minutos referente al informe. Ah! Y para los que no sepáis quien era Andrés Montes también hay links :-)

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